19 sept 2020

Surrealismo en tiempos del COVID

Siempre se habla de que la realidad supera a la ficción, pero... ¿tanto?

Se hace muy difícil poder llegar a entender lo que estamos viviendo y, sobre todo, la cantidad de incongruencias de nuestros mandatarios, aunque, en su descargo, se puede argumentar que el desconocimiento general sobre el funcionamiento del famoso virus hace tomar decisiones erróneas o, cuanto menos, difíciles de defender, cuando no imposible de defender (por ejemplo, QUE SE IMPIDA EL TRASLADO DE MAYORES DE LAS RESIDENCIAS A LOS HOSPITALES). 

Pero no todo se restringe a gobernantes... luego están los negacionistas, los antivacunas y demás especímenes, pero, sinceramente, a estos prefiero ignorarlos porque el nivel de estupidez e irresponsabilidad es tal, que hacerles publicidad es cabrearse y perder el tiempo.

Pero entre esto y lo que estamos viviendo las últimas semanas hay una diferencia. Cuando comenzó todo esto (dicen que en marzo, pero obviamente fue antes) nadie sabía nada, ahora se saben más cosas y se sabe que protocolos han funcionado y cuales no, por lo tanto no hay excusa a la hora de tomar según que decisiones.

Errores, los hay pequeños, medianos, grandes y ENORMES. Entre estos últimos está el haber antepuesto la economía a la salud pública, es así de sencillo. Se ha demostrado que el desmantelamiento de la sanidad pública no es una buena idea, que la sanidad privada de este país, lejos de colaborar, se ha lucrado de ello. En algo que ha afectado esencialmente a todo el mundo, es decir, a escala planetaria, no ha habido un consenso internacional para crear un paréntesis, inyectar recursos a saco para salir de esta y luego reactivarlo todo en el punto en el que estaba. De hecho, como suele ser habitual en el puñetero sistema capitalista, hay quien se ha lucrado y mucho de la situación, quien ha querido sacar ventaja. Y de ese lado, ya sabemos todos quienes están. Es simplemente indecente.

Poniendo el foco en las recientes medidas que toman los diferentes gobernantes, lo primero que hay que hacer notar es lo ridículos que suenan cuando le exigen a papá Estado que haga lo que antes le exigían que no hiciera, porque, de repente, se han dado cuenta que, cada uno por su lado, se sienten  incapaces, están descoordinados y sobrepasados.

El gobierno central, ante las presiones de todos y cada uno de los gobiernos regionales de este país y, sobre todo, de los lobbies financieros, tomo la errónea decisión de acometer un desconfinamiento acelerado porque se nos hundía la economía (ahora vemos las consecuencias de tener un modelo económico basado en el turismo y la especulación inmobiliaria) y había que reactivar el sector hostelero como fuera. El desconfinamiento ha sido tan acelerado, que algunas zonas, como la comunidad de Madrid, simplemente se saltaron fases. 

Fin del estado de alarma y comienzo del mayor de los kaos de la historia en cuanto a la dirección administrativa de este país. Cada región poniendo sus propias reglas ante un mismo problema. La movilidad vacacional ha generado que lugares donde no había tanta afectación, ahora la tengan (se veía venir y para esto no hay que ser ingeniero ni sociólogo ni físico nuclear). Pero luego llegan las decisones surrealistas basadas en que la población es irresponsable... ¿¿cómo?? no señores, no, aunque siempre hay individuos que se creen por encima del bien y del mal, la mayor parte de la población hace lo que se le dice (mascarillas, gel hidroalcohólico en todas partes)...Los irresponsables son los dirigentes tomando un rosario de decisiones absurdas...

- En la primera fase de desconfinamiento se podían abrir las terrazas de los bares... ¿en serio?... facies económica...

- No salga usted de casa salvo que sea para trabajar, comprar, gestiones bancarias... veamos, esto implica movilidad local, en según que sitios de un volumen infernal y, por supuesto, la utilización de medios de transporte público... ergo IMPOSIBLE CUMPLIR DISTANCIAMIENTO SOCIAL. 

En esto último me voy a detener porque es impresionante y voy a poner dos ejemplos muy conocidos:

Catalunya: Durante el mes de agosto el Govern ha decidido medidas como prohibir las reuniones de más de 10 personas, tanto en el ámbito público (terrazas y demás gaitas) como en el privado.  Bien (bien no, pero vaya, es una decisión), la cosa es que esa norma no era de cumplimiento en el transporte público. Esta decisión hace unos días que se ha prorrogado hasta el 26 de septiembre. Veamos... de qué sirve prohibirme reunirme con familiares y amigos si luego me dices que tengo que ir a trabajar metido en un tren, autobús, metro... oliéndole el sobaco al de al lado. ES RIDÍCULO.

Madrid: el mayor esperpento de todos, hoy te digo una cosa, pasado la contraria y además oculto datos para que en un debate no me salten a la cara. Voy a confinar selectivamente barrios y municipios enteros (curiosamente donde la renta es más baja, donde está la mayor parte de la mano de obra de la región, donde las viviendas suelen ser más pequeñas y, por tanto, donde el distanciamiento es casi imposible), pero eso sí, hay que ir a trabajar, a la escuela...etc... Por tanto implica movilidad, aglomeraciones, salas con más de 20 y 30 personas... Eso sí... ahora la prohibición de reunión llega a que como mucho, 6 personas...Vamos, todo un prodigio de raciocinio y sentido común.

Se llega al punto ridículo de que uno no puede estar en un parque dando un paseo, o tomándose una cerveza tranquilamente en su barrio, eso si, puede ir a ponerla a otro barrio más rico donde el impacto de la pandemia es menor porque hay menos densidad de población y también menos movilidad porque se quedan en casa teletrabajando o simplemente no tienen necesidad de trabajar y que, además, se quejan porque de los barrios pobres tienen que ir a trabajar a los suyos y... ¡¡¡oh!!!!, LES VAN A CONTAGIAR

A todo esto, NO SE HA REFORZADO EL SISTEMA SANITARIO. Los profesionales de la salud están en pelotas.

Los científicos llevan años hablando del cambio climático, de los efectos de la deforestación, calentamiento global, de la extinción de especies, pero no les hacemos ni caso y, la realidad, es  que  la pandemia está íntimamente relacionada con ello. Hay miles de patógenos desconocidos y la naturaleza tiene sus propios mecanismos de contención, pero nos hemos empeñado en cambiar las condiciones, de acelerar los acontecimietos.  Nos avisan de que habrá más y más pandemias... ¿qué haremos entonces?

PERO LO QUE IMPORTA ES QUE LA ECONOMÍA NO SE CAIGA. 




20 mar 2020

De coronas, virus, aprovechateguis y demás organismos... ¿vivos?

Bueno, bueno, bueno.

Pues si, escenario de guerra, sólo nos faltan las sirenas avisando de bombardeos. En realidad, creo que este es uno más de los muchos ámbitos en los que las guerras actuales se dirimen. Sí, es evidente que se siguen tirando bombas, pegando tiros y demás alegrías, pero las guerras del siglo XXI poco tienen que ver con las de antaño. Ahora son los mercados, los virus, los magnates que se quitan la careta y deciden adentrarse, sin testaferros, en las cúpulas políticas, los medios de comunicación y el miedo (seguro que a nadie le suena lo de la política del miedo).