18 abr 2016

Mapas sobre piedra

Como aficionado a los mapas, lo primero que hago siempre que llego a una nueva ciudad o lugar donde pasearme una temporada es agenciarme un plano. No lo hago solo para poder encontrar las cosas que quiero visitar, recorrer o a mí mismo, si no porque me gusta entender las ciudades desde su forma, su dibujo, su idea…

¿Por qué esta introducción? Bueno, creo que esta misma inquietud debió tener el autor del reciente hallazgo que han realizado un grupo de arqueólogos en el yacimiento de Molí del Salt, en el municipio de Vimbodí i Poblet, en Tarragona (también conocido por su monasterio, visita muy recomendable para quien se dé un día un garbeo por allí). El pasado diciembre de 2015, encontraron lo que han deducido era un plano del asentamiento íbero del propio yacimiento (teoría aun por confirmar, pero más que probable).

¿Pero qué interés tiene este hallazgo? Básicamente, en caso de confirmarse las teorías, sería una de las primeras representaciones de un paisaje social-humano, vamos, uno de los primeros planos “urbanos” de la historia.

¿Pero cuáles eran hasta el día de hoy los mapas más antiguos encontrados? En este sentido hay cierta incerteza acerca de la consideración como mapas de ciertos hallazgos. Aun así, con casi absoluta certeza, no hace falta ir muy lejos para encontrar el que se podría considerar uno de los mapas paisajísticos encontrados más antiguos del mundo y, al menos seguro, de Europa. Hay que ir ni más ni menos que a Navarra. En el año 2009, arqueólogos de la Universidad de Zaragoza, dieron con unos trozo de piedra lleno de garabatos. Después de echarle imaginación y un minucioso análisis científico, se consideró que esos garabatos eran una representación “detallada” de lo que los habitantes de la cueva de Arraitz  tenían enfrente: corrientes de agua, una montaña (hoy llamada San Gregorio), charcas y hasta animales. La datación de la piedra coloca la realización del mapa hace 13.660 años, casi nada.

Otro hallazgo interesante y que demuestra que cualquier base es buena para poder hacer un mapa es el colmillo de mamut encontrado en Mezhirich (Ucrania). En 1966 un propietario encontró en sus tierras un pedazo de colmillo, que analizado posteriormente por alguien más especialistas que el mismo agricultor, se dedujo pudiera ser una representación paisajista de un poblado junto a un río realizada entorno hace 12.000 años.

 
Mapa en colmillo de mamuth de Mezhirich y Plano de la cueva de Arraitz, Navarra

Exceptuando estos dos hitos cartográficos, uno de los planos más antiguos, ya considerado claramente un mapa paisajístico realizado por el hombre sobre su entorno, es un dibujo que hay en el yacimiento de Catal Huyuk en Anatolia, Turquía. En este caso, la principal teoría viene a decir que el grabado es un dibujo de la propia ciudad de Catal Huyuk; pero hubo alguna controversia al respecto ya que antes se creía que era la piel de un leopardo. La gente de Catal Huyuk se asentó por allí hacia el 8.000 aC y se piraron hacia el 5.400 aC, lo que coloca a nuestros hallazgos anteriores y el de Poblet en algo mucho más viejo. Eso sí, el plano de Turquía tiene bastante más detalle y se pueden ver las calles y las casitas representadas, todo delante del volcán que acabó por destrozarlo todo.


Plano de la ciudad de Catal Huyuk en Turquía

¿Y cómo es el plano encontrado en Poblet? El dibujo realizado sobre piedra representa las siete cabañas que supuestamente deben de conformar el poblado del autor-cartógrafo. Es simple y complicadamente un conjunto de siete semicircunferencias estratégicamente colocadas en el espacio-piedra que representan un poblado, vamos un mapa de ciudad. Los análisis realizado han datado tanto al autor como a su obra hace 13.000 años, es decir próximos a la época del mapa de Navarra o Ucrania y por tanto se puede considerar uno de los mapas más antiguos jamás realizados (o al menos que se hayan encontrado).

Piedra sobre la que se ha encontrado el mapa

En este caso, dicho mapa no cumplía ninguna de las funciones básicas que mencionaba al principio y el autor no debió de hacerlo para indicar las calles, ni los lugares de interés ni ningún otro elemento. El plano responde más bien a un señor/a sentado/a desde una zona donde veía su poblado, con un par de piedras en la mano y ganas de dibujar lo que tenía delante. Aún así, ¡¡¡una auténtica joya!!! 

Representación del poblado del autor y detalle del plano

Curioso pensar como a lo largo de la historia han evolucionado los mapas urbanos hasta las virguerías que se llegan a realizar hoy. Este antiguo compañero se sentó frente a su poblado, dibujó lo que tenía delante utilizando un par de herramientas rudimentarias y obviamente manuales (piedra y algo para rascar). Hoy en día ya podemos realizar mapas de lugares que no estamos viendo, que representan cosas intangibles y con herramientas virtuales que afinen por nosotros. Así, el arte de cartografía urbano-paisajística ha pasado del dibujo de siete cabañas a, por ejemplo, una representación cartográfica del uso de twitter durante una noche en la ciudad de Nueva York.


Se puede consultar la investigación en la web de la revista “Plos One”, de dónde se han sacado algunas de las imágenes





































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